Pasión por el Deporte

Texto Curatorial
Los objetos de culto y los ídolos exhibidos en «Pasión por el deporte» son la
materialización del vínculo de filiación con el que «se hace grupo» y “espíritu de club”, son objetos simbólicos mediadores de sentido y reunión. Las prácticas deportivas, con su amor a las insignias, gestos formalizados, consignas y desfiles, recuerdan las historias heróicas de mitad de siglo XX en Pereira, cuando en las calles se escuchaba una declaración en altoparlante:
“Villa olímpica haremos en Pereira Moviendo tierra tal cual ayer Cuando a Colombia le entregamos
Matecaña sin fuerza extraña que agradecer”
Miles de pereiranos ya avisados, se movilizaban colectivamente a un convite tras
otro.
La creación de la Villa Olímpica acrecentó el autoestima de Pereira, que simultáneamente se estaba convirtiendo en una ciudad centenaria y necesitaba proyectar una imagen pujante para lograr la separación de Caldas. Esas cualidades de la ciudad imaginada se lograron durante los años 60, Pereira se había convertido en la capital del nuevo departamento de Risaralda, y con el estadio mediando como
objeto simbólico durante la incansable materialización de sueños colectivos, la ciudad obtuvo los beneficios en infraestructura para ser la sede de los X Juegos Nacionales en 1974, mismo año en el que confluyó otro gran suceso: la creación del primer espacio cultural dedicado a las artes plásticas y visuales en la ciudad, el Centro de Arte Actual, ahora Museo de Arte de Pereira.

Es indudable que la pasión por el deporte hace parte fundamental de las identidades culturales en Risaralda y ahora que los XXII Juegos Nacionales van a realizarse cinco décadas después en la ciudad, la fundación Museo de Arte de Pereira y la Corporación AVC Ciudad Visual realizan una investigación curatorial y una convocatoria pública para vincular múltiples miradas sobre el significado del deporte para nuestras identidades.
A la identidad gremial y las capacidades asociativas del ser humano vinculadas al deporte, se suma la vigente identidad primitiva destacable en el argot deportivo: caza, lucha, ritual, resistencia, carrera, salto, equilibrio, agilidad, potencia, destreza, lanzamiento, son testimonio de nuestra antropología. Esa mirada en retrospectiva persiste cada vez que se enciende una antorcha olímpica, primer objeto de la
transmisión, de la técnica.
Hinchas y coleccionistas son reconocidos transmisores de la pasión deportiva, en esta exposición han llegado al terreno de juego con la oportunidad de «hacer grupo» con artistas y creativos; en conjunto creamos una puesta en escena deportiva tan concreta como literal, con objetos considerados arte y objetos considerados memorias culturales.

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